Un cambio radical de enfoque. La Cámara Federal porteña concedió ayer la libertad de los ex jefes montoneros Roberto Cirilo Perdía y Fernando Vaca Narvaja, en una durísima resolución por medio de la cual la cual apartó de la investigación del caso –el secuestro y desaparición de una veintena de militantes de la organización guerrillera peronista a principios de la década de 1980– al juez federal Claudio Bonadio y lo denunció penalmente por su actuación en el caso. El fallo de segunda instancia fue rubricado en forma unánime por los tres camaristas de la Sala II, Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Luraschi, y también dejó sin efecto la orden de captura internacional contra el ex máximo jefe de Montoneros, Mario Firmenich, quien se mantenía prófugo presuntamente en España, país en el que reside.
Con el apartamiento de Bonadio, la causa continuará ahora en manos del juez federal Jorge Ballestero ya que en la investigación están procesados por “secuestro, tortura y homicidio” los coroneles retirados Luis Arias Duval, Julio César Bellene y Jorge Granada.
También están involucrados otros ex militares como el fallecido ex dictador Leopoldo Galtieri y el ex jefe del Batallón 601de Inteligencia coronel retirado Carlos Tependino.
Perdía y Vaca Narvaja recuperaron la libertad poco antes de las 17.30 luego de haber sido notificados de la resolución en los tribunales federales de Comodoro Py, a donde fueron trasladados desde la unidad antiterrorismo de la Policía Federal (Duia) que está en el barrio porteño de Palermo.
Los ex líderes montoneros, al quedar libres, cuestionaron al juez Bonadio, a quien acusaron de tener “una incompetencia jurídica muy grande”, según dijo Vaca Narvaja, y de haber hecho valer “intereses bastardos, violando las reglas jurídicas”, según la definición de Perdía. Horas antes, los camaristas habían declarado la “nulidad” de todo lo actuado por Bonadio porque sus resoluciones “se encuentran insuficientemente fundadas”, ya que procesó a los ex jefes montoneros sin tener elementos de prueba suficientes en su contra.
El 14 de agosto último Bonadio ordenó la preventiva para los ex jefes guerrilleros acusándolos de ser “partícipes necesarios” del secuestro de los militantes que estaban por debajo de ellos en la escala de la organización. Concretamente los acusó de no haber tomado los recaudos para evitar que 13 militantes fueran apresados y asesinados, cuando regresaron a la Argentina para encarar la denominada “contraofensiva popular contra la dictadura” que había sido decidida por la conducción nacional de Montoneros en el exilio.
Pero los camaristas, a diferencia del magistrado, consideraron que hubo una asociación ilícita que secuestró y asesinó a los montoneros que estaba “enquistada” en el Ejército y que no está probado ningún tipo de “acuerdo” por parte de los líderes montoneros.
“Es difícil comprender el modo en que ciudadanos particulares, a través de la toma de una decisión individual, pudieron prestar un auxilio imprescindible para que los integrantes de la asociación ilícita (las fuerzas represivas) realizaran los actos delictivos que se les imputan”, indicaron los jueces. Y en esa línea, para dar un ejemplo contundente, equipararon el razonamiento procesal de Bonadio con la atribución de responsabilidad penal a título de partícipe necesario “al vendedor de un automóvil por los delitos de los que pudiera resultar víctima su comprador”.
“No es posible establecer fundadamente una connivencia entre los ex jefes montoneros y los restantes imputados en la causa”, sostuvieron los camaristas.

“Quiso sostenerse en el cargo y le salió el tiro por la culata”

La subsecretaria de Defensa de la Competencia, Patricia Vaca Narvaja, acusó ayer al juez federal Claudio Bonadio de haber motorizado la causa contra dirigentes montoneros “para sostenerse en su cargo”, y estimó que finalmente al magistrado “le salió el tiro por la culata”.
La funcionaria, hermana del ayer liberado ex jefe montonero Fernando Vaca Narvaja, señaló además que “la razón y la justicia han prevalecido” con la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones porteña.
Vaca Narvaja recordó que los familiares, desde el principio, sostuvieron que “era una barbaridad política y jurídica del juez” acusar a su hermano, a Perdía y a Mario Firmenich como colaboradores de los grupos de tareas de la represión de la última dictadura militar en la desaparición de un grupo de militantes, y reivindicó “el derecho de una generación a resistir una dictadura”.



Fuente: www.elciudadano.net