Una decisión bajo la lupa: abuso de poder y falta de democracia
El pasado 10 de septiembre de 2024, en una reunión cerrada del Directorio, se decidió unilateralmente cerrar el Jardín Familiar, una institución que por décadas fue un símbolo de apoyo a las familias de los colegiados. Desde entonces, las críticas han sido constantes y contundentes.
Abogados y abogadas denuncian abuso de poder, falta de democracia y transparencia en la gestión. Señalan que el Directorio actuó sin presentar rendiciones de cuentas ni ofrecer alternativas, ignorando las voces de quienes integran el Colegio.
“Esta decisión no solo afecta a los niños y sus familias, sino que pone en evidencia un modelo de gestión autoritario, donde las decisiones se toman entre pocos, a espaldas de los colegiados y sin la más mínima intención de dialogar”, expresó uno de los firmantes.

El reclamo de las 1.100 firmas: un hecho único
La presentación de 1.129 firmas originales de colegiados matriculados no tiene precedentes en la historia del Colegio. Este número representa más del 10% del padrón, cumpliendo con el requisito del artículo 5.º del Estatuto para exigir una Asamblea Extraordinaria.
Los firmantes consideran que esta Asamblea es el único espacio legítimo para debatir de manera democrática temas cruciales como el cierre del Jardín y el rumbo institucional del Colegio.
“El Colegio de Abogados debería ser un ejemplo de democracia. Sin embargo, se ha convertido en un espacio donde las decisiones se toman entre sombras, sin transparencia y sin representación genuina de sus miembros”.

Propuestas y debate en agenda
La solicitud de Asamblea incluye un orden del día que busca abordar temas fundamentales:

1. Designación de las personas que suscribirán el acta de la Asamblea.
2. Rendición de cuentas del Directorio sobre la gestión del Jardín Familiar.
3. Revocación de la decisión adoptada el 10 de septiembre de 2024.
4. Continuidad y/o reapertura inmediata del Jardín Familiar.

Además, los firmantes subrayan que la Asamblea Ordinaria programada para el próximo lunes 2 de diciembre también podría ser un espacio para que el Directorio dé respuestas claras. Sin embargo, advierten que el silencio institucional podría profundizar aún más la crisis de confianza.

No es una cuestión económica
Uno de los argumentos desmentidos por los firmantes es que el cierre del Jardín obedezca a razones económicas. Según se ha informado, se propuso en su momento una cuota de equilibrio que habría permitido sostener la institución, pero esta fue rechazada sin mayores explicaciones por la gestión de Galdeano.
“Esto demuestra que el problema no es económico, sino político. El cierre del Jardín es el resultado de una gestión que no escucha, que no debate y que abusa de su poder”, apuntó otro de los firmantes.

El Directorio debe responder este viernes
El próximo viernes, en la reunión del Directorio, este tema deberá ser tratado de manera obligatoria. Para muchos, esta será la oportunidad clave para demostrar si existe voluntad de diálogo o si continuará la política de decisiones unilaterales.
“Este no es solo un reclamo por el Jardín. Es una lucha por la democracia, la representación y el respeto dentro del Colegio. Más de mil colegiados están diciendo basta”.

Crisis de representación: una gestión autoritaria.
El episodio refleja un problema institucional más profundo. Los firmantes denuncian que el Colegio está atravesando una crisis de representación, donde las decisiones se toman entre un grupo reducido de personas, sin consultar ni rendir cuentas.
“La falta de transparencia, el abuso de poder y la ausencia de debate son inaceptables. Este Colegio debería ser un ejemplo de democracia, no un espacio donde todo se decida entre cuatro paredes”, concluyó un abogado firmante.

¿Será este el punto de inflexión?
Con una Asamblea Ordinaria inminente y la presión creciente por parte de los colegiados, el Directorio enfrenta un momento crítico. ¿Responderá Galdeano al reclamo de más de mil firmantes o ignorará este hecho histórico?
Lo cierto es que el futuro del Jardín y de la democracia interna del Colegio está en juego. Y más de 1.100 colegiados no están dispuestos a quedarse en silencio.