Si la cuarta revolución industrial que vivimos actualmente se caracteriza por la nanotecnología, los drones, la impresión 3D, la realidad virtual y aumentada y la inteligencia artificial, toda esta tecnología no es más que la avanzadilla de otra transformación de mucho mayor alcance:
La quinta revolución industrial.
Marc Vidal, nos cuenta en su libro La era de la humanidad, publicado por Deusto, el mundo que nos espera y confía, según sus declaraciones a Confilegal, que seamos capaces de aprovechar las transformaciones que vienen con lo que denomina Fase 5.0 para trabajar y vivir mejor.
Y los abogados también, gracias al derecho robótico que les hará más rápidos, eficientes y competitivos.
Ya lo dice el subtítulo del libro, –Hacia la Quinta Revolución Industrial–, que estamos un camino imparable hacia un mundo mayoritariamente automatizado. Negarse a verlo, y a actuar en consecuencia, pone en riesgo el papel evolutivo global de cualquier revolución humana, según el autor, Marc Vidal.
“Nos da sensación de que la tecnología va mucho más rápido de lo que somos capaces de comprender, pero a pesar de ello el que viene va a ser un mundo asequible, porque el ser humano se ha adaptado siempre bien a cualquier cambio tecnológico».
«La tecnología siempre ha traído cosas buenas, en términos generales cualquier revolución industrial ha mejorado la vida de las personas, aunque no haya sido inmediatamente”, dice el autor.
Pero llegar a esa quinta revolución, que el autor llama “industria 5.0”, supondrá la inclusión absoluta de la tecnología en nuestras vidas, y a pesar de ello, “tendremos la oportunidad de ser más humanos que nunca”.
Lo cual no quiere decir que nos vayamos a ahorrar las inevitables miserias y los padecimientos humanos por los que se ha pasado hasta ahora en períodos de transformaciones de tan enormes proporciones, advierte Vidal.
Marc Vidal es experto en Transformación Digital y en Industria 4.0. Es también un reputado conferenciante y colaborador de diversos medios de comunicación.
Tiene un blog y ha publicado varios libros, entre ellos Contra la cultura del subsidio (Gestión 2000, 2010) y Una hormiga en París (Alienta, 2013).
HAY QUE ESTAR PREPARADOS
Y por ello avisa de que debemos prepararnos para amortiguar los efectos más duros de tal revolución, tanto pensando en los empresarios e industriales como en los trabajadores y en las políticas educativas y de gestión.
El ser humano es el objetivo prioritario de esta fase 5.0. Porque la industria 5.0 será también la sociedad 5.0, ambos conformando un mundo automatizado (robótica), cognitivo (inteligencia artificial) y de acceso inmediato a datos (5G).
Advierte Vidal que vamos hacia un mundo que todo estará conectado con todo, lo que puede suponer una enorme liberación y oportunidad para el ser humano pero también una pérdida de privacidad y libre albedrío.
Por ello, dice, es necesario legislar decididamente y de forma global para evitar posibles – y probables- intenciones de control de ese universo de conocimiento y de datos.
El libro contiene también una crítica feroz a la falta de análisis, de estrategia y liderazgo durante los grandes cambios de la humanidad, pero es al mismo tiempo un canto de esperanza creíble sobre la construcción de un mundo que será indiscutiblemente más humano.
HUMANOS MÁS HUMANOS
Para esto último, por ejemplo, plantea propuestas sobre cómo se debería afrontar un mundo con un empleo muy distinto y en el que la educación debería estimular nuestras habilidades.
La idea es que utilicemos la tecnología para valorar mucho más el factor humano. La tecnología nos hace más humanos y nos acerca a un estado natural en el que la creatividad, la empatía y la intuición tienen un valor exponencial, afirma en el libro.
“Tendremos que ir adaptándonos a un trabajo muy distinto del que hacemos ahora, el problema es que parece que todo esto no va con nuestros políticos, pero la automatización de la economía, los servicios, la industria, a través de desarrollo de software se va a incorporar a nuestro mundo y la persona será sustituida por la máquina».
«¿Se irá a la calle? Yo considero que no, que todo su talento y experiencia se aplicará de otra manera, para trabajar menos y para aprender nuevas cosas para que la máquina haga mejor su trabajo, es decir la capacidad de hacer buenas preguntas a la máquina, que es buena dando respuestas pero no tanto planteando preguntas”, dice Marc Vidal.
El autor trata ampliamente temas como el empleo, la economía, internet, Europa, el medio ambiente, los algoritmos, las transformaciones de todo cuanto conocemos, las empresas, las relaciones personales o laborales, los negocios, la comunicación, la industria, la robótica y hasta el campo.
EL DERECHO ROBÓTICO
¿Y cómo afectará la quinta revolución industrial al mundo jurídico? “El derecho también tiene una parte repetitiva de búsqueda de información o incluso de análisis de la misma, que puede automatizarse”, declara el autor.
“El derecho robótico es el que tiene diferentes herramientas capaces de búsquedas exhaustivas en jurisprudencia, análisis comparado, e incluso un software intuitivo capaz de dar respuestas sin que se le pregunte…».
«Pero evidentemente nada de esto va a sustituir al abogado, sólo van a facilitarles algunas tareas. Y el abogado que lo entienda así, será más rápido, eficiente y competitivo y podrá hacer más de abogado que lo que hace ahora”.
EL MUNDO NO SE ACABA
La buena noticia, dice el libro, es que el mundo no se va a acabar y la velocidad a la que se transforme será tal que ya no tendremos la opción de preguntarnos si está bien o mal que se produzca ese cambio, ni si es posible pararlo.
Debemos prepararnos para ella lo mejor posible y debemos empezar ya, dice Marc Vidal. En la antesala de la quinta revolución industrial, necesitamos otras políticas, otro liderazgo y un debate completo y sereno con especialistas ajenos a la disputa ideológica o partidista.
El cambio va a tener lugar y en nuestras manos está implementar una estrategia empresarial, personal, política, social y económica que nos permita aprovecharlo al máximo.
Nos encontramos ante el mayor desafío socioeconómico de la historia y La era de la humanidad quiere iniciar el debate para comprender que la clave es la tecnología.
UN NUEVO MUNDO LABORAL
“Hay países que ya están trabajando en su adaptación a los cambios que vienen, y no es el caso del nuestro. En el reciente debate de los candidatos ni uno solo dijo una sola palabra acerca de esto, están en otro tipo de debates electorales y se olvidan de lo que está pasando en realidad».
«Francia, con todos sus problemas, invierte 23 veces más en industria 4.0 que nosotros, tiene un plan integral de inteligencia artificial, otros 18 países en el mundo tienen este plan, hay 22 países con planes de automatización de la administración del país…” se lamenta Marc Vidal.
“Necesitamos –añade- un liderazgo con conocimiento del momento histórico que vivimos, porque lo que hemos vivido no ha sido solo una crisis, ha sido la cuarta revolución tecnológica y parece que no tienen idea de la repercusión tremenda que va a tener si no se toman medidas ante la quinta revolución: los robots no crearán paro si hay un plan estratégico de nuevo modelo de crecimiento económico. Y no lo tenemos”.
OPTIMISMO
Y sin embargo, Marc Vidal es optimista: “lo soy porque estudiando la historia pasada, el discurso ante una nueva revolución tecnológica ha sido siempre el mismo: las máquinas nos van a quitar el trabajo».
«Y el mundo nunca se ha acabado, y tampoco se va a acabar ahora, porque el mundo funciona siempre gracias a que el ser humano es curioso, quiere aprender, quiere mejorar. Siempre ha sido así y lo seguirá siendo”.
Fuente: https://confilegal.com/
